Una piel cuidada es sinónimo de belleza y salud. Es nuestra carta de presentación al mundo y, también, la barrera que nos protege de elementos externos como la contaminación y el clima. Por eso, no es sólo una cuestión estética de la que preocuparse cuando aparecen las primeras arrugas. El cuidado de la piel del rostro y del cuerpo es muy importante, sea cual sea tu edad.
Pero ojo: no todas las pieles son iguales ni necesitan los mismos cuidados.
En este post queremos ayudarte a identificar cuál es tu tipo de piel, y cuáles son los cuidados, productos y hábitos que debes seguir para que luzca sana, bonita y brillante.
Cuidados para piel normal
No es la más común pero, sin duda, la piel normal es la mejor de todas.
Su aspecto es el de una piel suave e iluminada, que al no tener problemas de impurezas, grasa ni sequedad, no necesita cuidados especiales.
Para el rostro, la rutina básica de limpieza e hidratación es más que suficiente. Un producto desmaquillante, un exfoliante, una buena crema de día, la nutritiva de noche y listo.
El cuidado corporal, por su parte, tampoco tiene ninguna complicación. Con algo tan sencillo como aplicar crema hidratante por todo el cuerpo al salir de la ducha, mantendrás la piel perfecta.
Cuidados para piel grasa
La piel grasa es fácilmente reconocible. La producción excesiva de sebo que caracteriza a este tipo de piel hace que ésta adquiera un tono brillante y oleoso, y que sea propensa a presentar impurezas y problemas de acné.
Precisamente para prevenirlos (o tratarlos una vez que aparecen) es fundamental realizar una limpieza correcta y profunda del rostro. Se recomienda hacerlo dos veces al día (por la mañana y por la noche) y utilizar productos específicos para pieles grasas, ya que los desmaquillantes y las cremas limpiadoras convencionales la empeoran.
La hidratación también es imprescindible. Muchas personas creen que si se tiene la piel grasa no es necesario hidratarla, pero ésta es una idea equivocada. En realidad, todas las pieles lo necesitan. La diferencia está en que, en las grasas, debes utilizar crema hidratante únicamente por la noche.
Otra de las características de este tipo de piel son los poros dilatados. Para conseguir cerrarlos, exfóliate una vez a la semana o aplica mascarillas faciales cada quince días. Introducir cualquiera de estos dos hábitos en tu rutina de cuidado de la piel, te ayudará a mejorar su apariencia.
Además, si eres de las mujeres a las que les gusta maquillarse, tendrás que aprender a elegir bien los productos de maquillaje que vas a utilizar. Como norma general, evita todos los que contengan ingredientes a base de aceite y aquellos que, por sus propiedades, aumenten la oleosidad de la piel. Este tipo de piel ya es grasa de por sí y añadirle más con los productos, es como echar gasolina al fuego.
Por supuesto, el estado de la piel no sólo depende de los productos que usemos ni de los cuidados que apliquemos. Tocarse la cara continuamente, dejarse flequillo o llevar una alimentación alta en grasa, también empeora y agrava el problema de quien tiene tendencia a piel grasa.
Cuidados para piel seca
La piel seca es quizá, junto con la piel sensible, la que más cuidados y atención requiere.
Se trata de un tipo de piel que, al contrario de lo que sucede con la piel grasa, produce muy poca cantidad de sebo. Sus glándulas no segregan lípidos suficientes para retener la humedad y esto hace que sea una piel especialmente desprotegida ante el frío, el calor, el viento y otras agresiones externas. Se enrojece con facilidad, tiene falta de elasticidad y envejece antes.
Como consecuencia lógica, toda la rutina de cuidados para pieles secas debe girar en torno a la hidratación.
Las cremas hidratantes (tanto facial como de cuidado corporal) son los productos estrella en estos casos. Gracias a la hidratación extra que dan si las aplicamos varias veces al día, podemos conseguir crear ese film protector que no tiene la piel de manera natural. Fíjate que entre sus componentes aparezcan la urea o la glicerina, ya que la presencia de ambas asegura una mayor hidratación.
Si aún no es suficiente, puedes recurrir a una mascarilla hidratante una vez por semana.
Y como norma, usa siempre productos específicos para pieles secas en la rutina de belleza que sigas. Los limpiadores, tónicos y productos formulados para este tipo de piel suelen ser más suaves, con lo que no sólo no la dañan tanto sino que, además, al tener la capacidad de reponer los lípidos perdidos, hacen que mejore ese aspecto apagado de la piel seca.
Cuidados para piel mixta
Como su propio nombre indica, la piel mixta es una mezcla de piel grasa con piel seca. Normalmente, suele ser grasa en la conocida como zona T (frente, nariz y mentón) y normal o seca en el resto del rostro.
Para su cuidado sería recomendable tratar cada zona según las características del tipo de piel, pero lo cierto es que esto es poco práctico de seguir (por tiempo y por dinero) por lo que recomendamos comprar productos diseñados para este tipo de piel y no complicarse.
Cuidados para piel sensible
Las pieles sensibles son aquellas en las que es muy habitual que aparezcan problemas de rojeces, alergias, erupciones, picores, tiranteces o descamaciones.
Siempre se suele asociar a la piel seca, por lo que sus cuidados van a ser similares.
De nuevo, la hidratación es fundamental. Y, en el caso concreto de las pieles sensibles, utilizar los productos adecuados es más importante aún -si cabe- que en el resto de tipo de pieles.
Existe una amplia variedad de productos etiquetados como “hipoalergénicos” o “apto para pieles sensibles” en el mercado. Algunas personas, sin embargo, prefieren apostar por la cosmética y los productos naturales para tratarlos. Ambas son buenas opciones, siempre y cuando el producto esté libre de perfumes, parabenos, alcohol y cualquier otro ingrediente que suponga una agresión para la piel.
Cuidados para piel madura
La edad y el paso del tiempo se nota en la piel. Se vuelve más seca, se pierde colágeno y empiezan a aparecer los signos del envejecimiento que tanto temen algunas.
Para quienes ya han cruzado esa barrera y necesitan un plus de cuidado para su piel, pueden emplear para su rutina de limpieza, hidratación y exfoliación, las fórmulas anti-edad que hay en prácticamente todos los productos de belleza.
Además, ahora más que nunca, se vuelve imprescindible no olvidarse de esos otros hábitos que influyen en el estado de la piel: alimentarse bien, beber mucha agua, dormir lo suficiente y darse duchas de agua fría.
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Después de este repaso, ¿sabes ya cuál es tu tipo de piel y cómo la tienes que cuidar? En nuestra tienda encontrarás muchos de los productos que necesitas para darle el mimo y el cuidado que se merece.
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