Frío, humedad, productos químicos de limpieza, agua, trabajos manuales, sol o viento. Las manos son la parte del cuerpo que más agresiones externas sufre a diario y, sin embargo, son las grandes olvidadas de nuestra rutina de belleza. ¿Por qué no incluir en esa rutina el cuidado de manos? Si quieres empezar a prestarles la atención que se merecen, te damos algunos consejos para mantener unas manos perfectas.
Hidratación: un paso clave
La piel de las manos es muy fina y apenas tiene tejido adiposo. Al no contar con la barrera de protección natural que proporcionan las glándulas sebáceas, se trata de una piel especialmente vulnerable a las agresiones y muy sensible al paso del tiempo. Por eso es tan importante hidratarlas.
Conviene tener una crema hidratante específica para manos y aplicarla, al menos, una vez al día. Preferiblemente dos, o incluso más. Las pieles secas necesitan ser hidratadas con bastante frecuencia.
Verás que existen productos hidratantes en diferentes formatos y con distintas texturas. Lo que se suele recomendar es elegir un producto ligero y de fácil absorción durante el día (para que podamos usarla en cualquier momento sin interrumpir lo que estemos haciendo); y reservar las cremas densas con propiedades nutritivas para la noche.
Lavarse las manos correctamente
Lavarse las manos es uno de esos gestos cotidianos que hacemos de manera automática y que, sin saberlo, podemos estar haciéndolo mal.
Para no dañar nuestras manos debemos usar siempre un jabón neutro que respete el PH de la piel; aclarar con agua fría o templada (nunca muy caliente); y secar concienzudamente al terminar.
Exfoliación
Eliminar las células muertas de la piel nos ayudará a mantener unas manos perfectas. Pero ojo porque exfoliar esta zona del cuerpo más de una vez por semana puede crear el efecto contrario y endurecer más la piel.
No te olvides de las uñas
Unas uñas mordidas o mal cuidadas estropean totalmente el aspecto de las manos así que será importante dedicarles también un poco de tiempo.
La mayoría de los días será suficiente con aplicarles crema hidratante de manos pero, de vez en cuando (mejor dicho: siempre que puedas), masajéalas con aceite de girasol. Este aceite es rico en vitamina E y las hará lucir más fuertes, sanas y brillantes.
Por supuesto, opta siempre por quitaesmaltes sin acetona.
Protege tus manos del frío y del sol
Las manos son muy sensibles a las condiciones atmosféricas.
En verano, la exposición prolongada a las radiaciones solares acelera el envejecimiento de la piel y favorece la aparición de manchas (que suelen ser muy complicadas de eliminar). Por eso los profesionales insisten mucho en la prevención y recomiendan el uso de cremas hidratantes de manos con un alto factor de protección solar.
En los meses de otoño e invierno, en cambio, el peligro está en las bajas temperaturas y el viento. La mejor solución para esto es ponerse guantes: es una manera rápida y práctica de evitar que el frío penetre en la piel y que las manos se resequen o agrieten. Si tienes la piel delicada y eres propensa a heridas en las manos, necesitarás hacerte con una buena crema que acelere la renovación celular y consiga un efecto calmante.
Como ves, el cuidado de manos no implica mucho tiempo ni es algo complicado. Siguiendo unos sencillos consejos como estos, podrás mantener unas manos perfectas.
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